Entre aquí y siga la numeración: (1), (2), etc.

(0) No puedo dejar de pensar
qué ocurrió aquella tarde.
Es preciso que se lo comente,
de lo contrario usted no
podrá entender. Aquella
tarde, en la que regresaba de
mi trabajo y en la que todo
estaba donde debía. Comprenda
mi estado: algo así como
la lucidez de un momento
Imagínese usted en equilibrio
absorbiendo lugares, viendo
gente pasar, sintiendo que
la vida le pertenece y que
sabe qué hacer con ella.
Es decir, esos (1)

Deslugares


 

(2) fectivo.
Hablo de misterios,
aunque el amor
lo sea.
Me considero una
persona bastante
racional
poco
afecto a las
supercherías,
me complazco
con los juegos
del pensamiento.
Quizá todavía
no pueda
entenderme
pero pensar para mí

 

 

(1) momentos fugaces en los
que los buenos presagios nos
acompañan y en los que se
piensa que todo está en su sitio.
Yo caminaba por calle
Santa Fe, por la que siempre
regreso, hay lugares
que permanecen
en mí sin
desearlo. A veces supongo
que yo los determino. Ese día
estaba decidido. Esa calle
tiene lugares que yo no entiendo.
No piense
en algo a- (2)


sigueestando más allá de lo cotidiano. Digamos que mis misterios tienen que ver con lo humano. Lo humano mío y lo ajeno. Por momentos pienso que usted puede saturarse y echarme al diablo. Yo solo quiero alguna explicación. No puedo sacarme de la cabeza aquella (3)


(11) día, de regreso de
mi trabajo, entré a este
pasaje y, luego de andar
una cuadra, ví que (7) u (8)
(4) un pasaje que siempre me ha llamado la atención.
He pasado cientos de veces por ahí y los árboles
crecidos no me permitieron observarlo. Esa tarde,
convencido de mí, sin ninguna preocupación, decidí
entrar. Es un pasaje sin salida aparente. Tiene una extensión de dos cuadras y en el fondo se ve una
gran muralla blanca. Al tener dos cuadras, y recorrer una, llegué a la esquina
desde donde partían dos calles: Una (5)
 
 







(10) Discúlpeme, pero nunca trabajé en el bar que usted menciona y me ocurrió muchasveces eso de entrar a lugares que no tienen salida. No puedo ayudarlo. Yo estoy donde usted me ve, e ingresé aquí de la misma manera. Cierto (11)


(8) tanto la derecha
como la izquierda
me ofrecían las mismas
alternativas. Es decir,
otros dos pasajes
de dos cuadras que culminaban en sendos
murallones blancos. Opté por la izquierda
y noté que la cuadra que recorría tenías las
mismas fachadas. Llegué a la esquina y (7)
(3) tarde. Alguien, alguien que conozca el lugar debe
decirme qué ha ocurrido. Por lo que sé, usted vive
en esa calle y tiene varios años
en esta ciudad. En calle Santa Fe, a la altura del
1900 hay (4)

(6) ocasionarle alguna sospecha.
Después de verlo a usted aquí
sentado me calmé lo suficiente.



(5) que debería ir hacia Moreno y la otra hacia Dorrego. Yo entré despacio al pasaje, un poco temeroso y sorprendido. Los estilos
de las fachadas, especialmente ahí, no tienen nada que ver
con el resto de la zona. Eso usted lo sabe, debe saber qué me
pasó después, porque también lo habrá recorrido.
No crea que quiero (6)
Casi ya me acostumbré a
esta situación,
entiendo que fue
lo mejor. La
realidad me
había saturado. Los
esfuerzos, los pequeños


(7) otra vez se me presentaban las
mismas alternativas. Sentí que me
me metía en algo serio. Mi curiosidad es (9)
esfuerzos a que nos someten todos
los días, han hecho de mi un
autómata. Mi única libertad es el
pensamiento. No hablo de otra cosaque no sea alienación. Y supongo que usted lo sabe. Entonces,
recorrida la primera una cuadra, vi que (7) u (8)
 

 

(9) insondable pero no se condice con mi valentía. Decidí volver. Pero otra vez me encontré con dos pasajes. En realidad a usted lo conozco desde que atendía aquel bar en el que yo almorzaba. Y por la manera en que saludó, imagino que me recuerda. (10)



Fernando Belottini